El Real Decreto-ley 2/2024 introduce una novedad fundamental para quienes han cobrado prestaciones por desempleo durante 2024: la obligación de presentar la declaración de la renta (IRPF) para poder mantener el derecho a la prestación. Hasta ahora, los perceptores de subsidio por desempleo solo estaban obligados a declarar si superaban los límites generales de ingresos, pero desde esta campaña todos los beneficiarios deberán rendir cuentas ante Hacienda, independientemente del importe percibido.
Esto significa que, aunque los ingresos estén por debajo de los 15.876 euros anuales, quienes hayan recibido el paro en algún momento de 2024 tendrán que presentar la declaración. El incumplimiento de esta nueva exigencia puede suponer la suspensión del derecho a seguir cobrando la prestación.
Esta medida responde a la voluntad de simplificar y mejorar la protección asistencial por desempleo, pero supone un cambio importante en las obligaciones fiscales de los desempleados de cara a la campaña de la renta de 2025